Jugamos al truco?

Estaba una vez un chico mirando tele, acostado en su cama pronto a dormirse, cuando de repente aparecen de visita su novia y una amiga con un par de cervezas. Se levantó y fue a buscar unos vasos, puso un poco de música y empezaron a charlar. Para que la amiga de la novia no se sienta colgada, propuso jugar a las cartas para hacer algo mas integrador. 

Jugaron un par de juegos en los cuales el que pierde tiene que tomar, así que se acabaron las cervezas rápido. Entonces fueron a comprar un par de birras más y un fernet, la estaban pasando bien. Hicieron lo mismo con las cervezas que compraron y para tomar más tranqui el fernet decidieron jugar al truco, mano a mano, y el que ganaba jugaba con el otro; lo hacían a diez puntos para que el tercero no se aburriera. Como ingrediente extra y sin saber exactamente de quién fue la idea, después de jugar unas manos el que perdía se quitaba una prenda.

Las chicas no eran buenas mintiendo, y prácticamente se quedaron en bolas enseguida. Era el sueño del pibe, tener a dos mujeres hermosas, en bolas en su habitación. 

El flaco se estaba poniendo un poco nervioso, miraba mucho a la amiga de la novia y temía que alguna de las dos lo tomara a mal.

Cuando casi no quedaban prendas por sacarse, la novia dice:

- Amor, me parece que nos boicoteaste. Como vos anotas, nos hiciste poner en bolas a las dos - y largó una risita.

Al principio él lo tomó como un reproche y para no tener problemas después, se levantó para alcanzarles la ropa y así terminar el juego. Se agacha para levantar las remeras y los jeans de las chicas y al erguirse, no pudo dar crédito a sus ojos, las chicas se estaban comiendo a besos. Él no sabía que hacer. Cuando las chicas se despegaron un poco, la novia lo miro y le sonrió.  

- Qué hago, me desvisto? - pregunta.

- Hacé lo que te parezca, pero si querés unirte a nosotras, no creo que la ropa te sirva de mucho.- No supo quién emitió la respuesta, pero no lo pensó dos veces. Se quitó la ropa y eso fue un descontrol.

No pensaron mucho las cosas, simplemente se dejaron llevar y la pasaron bárbaro.

Cuando todo concluyó, el pibe no quiso preguntar ni decir nada, no sabía qué iba a pasar después entre él y su novia o entre su novia y la amiga, pero ya nada le importaba, se había encamado con dos mujeres, y qué mujeres!.

Al pasar el tiempo, la novia le confesó que aquello que había pasado, lo había planeado ella, que no supo como preguntárselo a él, pero que estaba segura que no se iba a negar. Como los dos admitieron que les había gustado, esporádicamente llamaban a la amiga y la escena volvía a repetirse. Eso sí, ya no usaban la excusa del truco para sacarse la ropa.