martes, 29 de marzo de 2011

El observador

Era la primera vez que ellos estaban juntos. Se conocieron en las vacaciones y estaban todo el tiempo juntos, vivieron un amor de verano increíble. Pero como todo amor de verano, dura un verano.
Retomamos, la primera vez que ellos estuvieron juntos, estaban en una casita cerca del mar, obviamente en las vacaciones. Él se negaba a estar con ella, sus motivos los desconocemos, pero era como si tuviera miedo de que el acercamiento físico rompiera con la linda relación que ellos estaban creando (una boludez diría yo, ya que cuando uno está enamorado, el sexo es lo más lindo que hay... el deseo, las ganas constantes, el hacerlo una y otra vez sin cansancio... Es buenisimo! ya quiero estar enamorada otra vez). Bueno, como decía, el se negaba y ella, muy por el contrario, apuraba, quería convencerlo de cualquier manera.
Acostados en una cama cucheta, en la cama de abajo, con todos los amigos de él durmiendo en los alrededores pues ella se fue a dormir a la casa que el alquilaba, utilizando su destreza femenina y su poder de convencimiento, logró que él se pusiera a jugar con su florcita. (Traducción: sexo oral).
Todo fue muy sexy, ella estaba volviéndose loca de placer, con los ojos cerrados, intentando contener algunos gemidos movía la cabeza de un lado a otro. De repente, no se porqué se le ocurre abrir los ojos y cuando levanta la vista, se queda inmóvil. Uno de los amigos, el que estaba en la cama de arriba, estaba con la cabeza colgando, observando todo. No con cara de degenerado, sino con curiosidad e incomodidad, sin saber que hacer. Si seguir mirando o hacerse el disimulado, ella lo agarró justo.
Ella se pone totalmente tiesa, el interpretó que ella estaba acabando, levantó la mirada para poder mirarla a la cara y al darse cuenta de lo que estaba sucediendo porque no halló en sus ojos placer sino sorpresa y espanto, se irguió inmediatamente, olvidando que estaban en la cama de abajo de una cucheta. El golpe que se dio en la cabeza hizo que se despertaran todos.
Lo que siguió a continuación fue un momento de gran confusión, la parejita feliz aprovecho y se hicieron los dormidos.
Nunca más hablaron de eso. Pero este momento sirvió de excusa al novio para seguir haciéndose el duro. A ella le costó mas de un mes hacerlo arrancar, obviamente, después no lo podía frenar.

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